RUBEN LUIS DI PALMA, EL MAS GRANDE IDOLO !!!
DI PALMA UN HOMBRE QUE SIEMPRE ANDUVO A FONDO
10° Aniversario - 30 de Septiembre de 2010
RUBEN LUIS DI PALMA
PATRICIO DI PALMA
Rubén Luis Di Palma, el Loco, anduvo siempre al límite. El vértigo lo seducía y fueron varias las veces en las que se codeó con la muerte. En su vocabulario no figuraba la palabra miedo...
Rubén Luis Di Palma nació en Arrecifes, el 27 de octubre de 1944. Cuando terminó sus estudios primarios empezó a trabajar en la parrilla de su padre, que estaba a la entrada del pueblo sobre la ruta 8 y que llevaba por nombre "El Patrullero". A los 14 años ya usaba la moto HRD de Don Di Palma y al poco tiempo debutaba corriendo en dos ruedas; primero con una Gilera, a la que le siguió una Tehuelche y luego una Zanella.
De las motos pasó al kart, con el que ganó más de diez carreras en un año y medio. Por esos años comenzaron las locuras de Rubén. Cuentan los que lo conocieron de chico, que con el mismo karting que ganaba las carreras, pasaba por debajo de los acoplados en la ruta cuando lo salía a probar... Con el tiempo la historia se agrandó pero él aseguraba que sólo lo hizo una vez.
De las motos pasó al kart, con el que ganó más de diez carreras en un año y medio. Por esos años comenzaron las locuras de Rubén. Cuentan los que lo conocieron de chico, que con el mismo karting que ganaba las carreras, pasaba por debajo de los acoplados en la ruta cuando lo salía a probar... Con el tiempo la historia se agrandó pero él aseguraba que sólo lo hizo una vez.
A los 16 comenzó a volar, actividad que con el correr de los años se transformaría en su favorita. Hizo el curso, se recibió de piloto civil y al comenzar la carrera de piloto comercial los planes cambiaron abruptamente al dedicarse al automovilismo. Fue en esta época donde las locuras se trasladaron al aire. Con su pequeño avión solía asustar vacas haciendo vuelos rasantes, pasaba por debajo de cables de alta tensión y hasta por el techo de la que por entonces era su novia y luego sería su mujer. Ni el puente de Arrecifes se salvó de ver volar al Loco con su avioncito por debajo. Los ecos de estas anécdotas, que luego llegaron a todo el país, salían de una verdadera institución arrecifeña: el "Bar Plaza", donde solía juntarse con amigos.
Bienvenido al TC
En el Gran Premio del 30 de octubre de 1963, Rubén Di Palma hizo su debut en el Turismo Carretera. Fue al volante de una coupé Ford de la Peña el Gato Negro y que había pertenecido a Julio Cesar Castellani. Durante la segunda etapa de la prueba volcó y tuvo que desertar.
En enero del año siguiente se inscribió con el mismo auto en la carrera de Villa Carlos Paz, Córdoba, donde también abandonó por problemas mecánicos. El auto fue devuelto a su propietario, pero la peña de amigos de Arrecifes que le "bancaba" el auto ya le tenía reemplazante: la coupé Chevrolet 1938 con motor del ´46 que había sido de Antonio Márquez, piloto de Carlos Casares. La peña compró el auto y en abril de ese año el joven Luis (ya lo empezaban a llamar por su segundo nombre) se puso al volante de la misma. Yendo contra el dicho que nadie es profeta en su tierra, el 31 de mayo de 1964 ganó la vuelta de Arrecifes como local. Tenía apenas 19 años y siete meses.
Tras esa carrera disputó junto a Guillermo Gainza Paz los 500 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires en un Mini Cooper. Puntearon la carrera hasta que un problema en el embrague les dijo basta. Casi un mes después, el 30 de agosto, se impuso en la Vuelta de Salto, muy cerca de sus pagos, nuevamente al mando de su Chevrolet de TC.
En 1965, ganó una prueba disputada en el Autódromo de Buenos Aires y se dio el gusto de superar a Jorge Cupeiro (Chevitú) por afuera y bajo al agua en Ascari, lo que hablaba a las claras de que el Pibe de Arrecifes no sólo era bueno en la tierra, también en las pistas. Mas allá de ello no lograba buenos resultados debido al mal rendimiento de su coupé. En la temporada de 1966 ganó tres series pero no pudo imponerse en ninguna final.
Para la siguiente corrió con un nuevo motor F100 preparado por "Bamse" pero tampoco consiguió mejorar sus performances. El "nuevo aire" le llegó el 10 de septiembre de 1967, donde -en San Nicolás- corrió al volante de la Liebre I que utilizara Eduardo Copello en el equipo oficial IKA. De allí en más quedaría aliado a la victoria, la que le llegó en la Vuelta de Junín de ese año.
Corrió ese mismo auto durante gran parte del 68 hasta que en octubre pasó a integrar el equipo particular de Oreste Berta. Allí decidió mudarse con su familia a Alta Gracia y comenzar su etapa como profesional.
Torino que me hiciste bien
En 1969 participó con una Liebre II del equipo del Mago de Alta Gracia en dos categorías distintas: Sport Prototipos y Turismo Carretera. Ganó la Vuelta de la Manzana pero fue desclasificado por cambiar la caja de velocidades. Debido a sus buenas actuaciones fue convocado para la hoy mítica prueba de la 84 horas de Nürburgring, Alemania. Rubén Luis compartió el auto Nº 1 junto con Carmelo Galbato y Cacho Fangio, debiendo abandonar.
Al año siguiente, Berta ponía en pista un SP desarrollado por él denominado Berta LR. El auto estaba patrocinado por el diario La Razón y había sido equipado con un motor Cosworth. Di Palma participó de los 1000 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires en pareja con Carlos Marincovich y de los 1000 kilómetros de Nürburgring, desertando por problemas de lubricación.
En 1970 sería un año de mucha actividad, participando tanto en SP y en el TC, que en esa época tenia dos variantes: Fórmulas A y B. Con la Liebre II corrió en la Fórmula B y con el Torino en la A, una nueva especialidad rutera de la que se consagraría campeón. Participó también en el Gran Premio de Turismo sobre un Peugeot 504 del equipo Coelho, pero desertó.
Di Palma arrancó mal 1971 abandonando en los 1000 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires con una Ferrari 512 compartida con Sam Posey y Néstor García Veiga. Sin embargo su amo mejoraría bastante ya que obtuvo cinco victorias en SP y se quedó con el campeonato al mando de un Berta Tornado; a la vez fue nuevamente campeón de TC Fórmula A.
En el 72 repitió la conquista del título de Sport Prototipos ganando seis de las diez pruebas disputadas. Participó también de la Mecánica Argentina Fórmula 1 sobre un Berta Tornado. A pesar de los éxitos, a fines de ese año se desvinculó de Oreste Berta.
En 1973 se trasladó nuevamente a su Arrecifes natal armando sus propios autos con elementos provistos por Berta. Corrió las 24 horas de Le Mans junto al Nene García Veiga sobre una Ferrari 365 GTB4, abandonando la prueba cuando punteaban su categoría.
Un nuevo título esperaba al Loco Luis en 1974. Se impuso en nueve de las doce carreras de la Mecánica Argentina Fórmula Uno y se consagró campeón de la categoría con un Berta Tornado.
Un año más tarde se subió a todo lo que se le puso adelante: participó en Brasil del desafío que auspiciaba Ford con modelos Maverick, luego corrió un Challenge en El Pinar, Uruguay al volante de un Fiat 125 y en Laguna Seca, EE.UU. con un Chevrolet en la Fórmula 5000. También hizo su reaparición en el TC, tras tres años de ausencia, ganando las 500 millas de Mercedes. Participó también en la Mecánica Argentina Fórmula 1 empatando en puntos sobre el final del campeonato con García Veiga, quien se quedó con la corona por tener mayor cantidad de carreras ganadas.
En 1976 corrió en TC con un Ford Falcon y en la Mecánica Argentina F1 con un chasis Berta con motor Torino. Salvo un triunfo en Rafaela, esa temporada sólo cosecharía malos resultados. Lamentablemente 1977 tampoco le traería aparejados motivos para festejar.
Las cosas cambian para el 78 cuando fue contratado por Chrysler. Al mando de un Pianetto-Dodge se adjudicó el campeonato de Mecánica Argentina F1. En 1979, y debido a una fuerte crisis en la Mecánica Argentina, pasó a integrar el equipo Chrysler de Fórmula 2 con un Berta- Dodge por lo que debió mudarse nuevamente con su familia a Alta Gracia.
Nace el TC2000 y Di Palma sigue vigente
En 1980 nace el Turismo Competición 2000, categoría que con el tiempo se convertiría en la segunda en importancia detrás del TC. Di Palma fue uno de los que formaron parte de ese surgimiento al volante de un Dodge 1500, alternando carreras en la Fórmula 2. El 12 de octubre, en Alta Gracia ganaría su primera carrera en la categoría y el título de ese año quedaría en manos de Jorge Omar Del Río.
En su segunda temporada en el TC 2000 ganó cuatro competencias: Buenos Aires, La Rioja, El Pinar y Santa Rosa siendo subcampeón. Esa misma circunstancia se repetiría en 1982, donde fue segundo de las tres categorías en las que participó: Club Argentino de Pilotos (sobre autos Datsun 280 ZX), TC 2000 y Fórmula 2.
Al fin en el 83 se le dio el campeonato de TC 2000 al volante de un VW 1500. Esa misma temporada participó activamente en la nueva F-2 Codasur. También fue piloto oficial Audi, participando del Rally de Argentina con el famoso Audi Quattro, debiendo abandonar la prueba por haber fundido el motor.
Para este entonces, Di Palma da rienda suelta a su otra pasión y comienza a fabricar aviones ultralivianos. Al mismo tiempo establece un récord mundial al recorrer 5.209 kilómetros en siete días, a un promedio de 35 Km/h. El 28 de febrero de 1986 consigue otra hazaña: logra cruzar la cordillera de los Andes con su ultraliviano.
Ese año participa en TC 2000 con un VW 1500 preparado por él mismo y de concepción revolucionaria, ganando sólo en Balcarce.
Al año siguiente integra el equipo oficial de la Comisión de Concesionarios Ford junto a Mario Gayraud, sobre sendas coupés Sierra, alistadas por el José Miguel Herceg. Hacia fines de ese año, tras no conseguir buenos resultados y por falta de atención en su auto se pasa al equipo de Roberto del Campo piloteando otra Sierra.
En 1989 hizo su reaparición en el TC con una coupé Torino y continúa en TC 2000 con un Renault 18 berlina sin obtener resultados de relevancia en ninguna de las dos categorías. En 1990 continuó con el R-18 de TC 2000 y -además- probó suerte en Stock Car con una coupé Dodge, la que al año siguiente reemplazaría por un Torino de GNC experimental.
En el 92 compitió en la categoría Supercart con el Torino compitiendo con su hijo menor, Marcos quien esa temporada se consagraría campeón.
Luego de casi dos años sin victorias el Loco volvió al triunfo el 2 de mayo de 1993 en Santa Rosa, La Pampa al volante de su eterna coupé Torino. Como para demostrar que los años no habían hecho mella en él, al final de la temporada se quedaría con el título de Supercart justo cuando cumplía 30 años de automovilismo, en el Autódromo de Buenos Aires.
El TC lo tuvo de nuevo en sus filas en 1995 con un Torino pero sin suerte, utilizando primeramente el motor Tornado con dos medias tapas de cilindros de Renault 18, luego fue el primero en colocar el motor Cherokee, pero no alcanzó tenía los medios económicos necesarios para desarrollarlo. Para mitad de temporada comenzó a competir con una Cupé Chevy propiedad de "Tito" Delconte.
El Viejo Di Palma tuvo que esperar hasta 1996 para que -tras 21 años- se reencontrara con la victoria en el TC, esta vez al volante de un Chevrolet, el 2 de junio en Rafaela en una carrera espectacular que luchó con "Cocho López", Juan María Traverso, Luis Minervino, Guillermo Ortelli. El auto era atendido por Alberto Canapino y motorizado por Jorge Pedersoli, es decir que era compañero de equipo de Juan María Traverso. Tuvo algunos resultados parciales muy buenos lo que le posibilitaron terminar 17º en el torneo.
Comenzó 1997 con toda la expectativa, pero luego de 3 carreras decidió desvincularse del equipo por cuestiones económicas. Decidió entonces pasarse a Ford, ya que tenía un casco de Falcon en su taller, comenzó con la construcción del mismo tardando solamente 12 días en ponerlo en pista. Debutó con ese auto en Buenos Aires, no logrando los resultados esperados, siguió trabajando buscando llegar a la punta nuevamente.
En 1998 con el Falcon con el Nº22 en los laterales y la motorización de Juan De Benedictis, comenzó a estar más cerca de la punta, hasta que llegó el 13 de septiembre de 1998 fue su último triunfo, nada menos que en el remodelado Autódromo de la ciudad de Buenos Aires, al volante de un Falcon y con su hija Andrea de acompañante. A los 53 años y pico Di Palma hizo vibrar a todas las hinchadas con su victoria y convirtiéndose en el ganador más viejo de la historia de la categoría.
En 1999, arreglo para correr el Falcon del Quilmes Automovil Club, atendido por "Willy" Garófalo pero luego de dos carreras se desvinculó del equipo por motivos deportivos, ya que según el propio "Loco" el auto era inmanejable. Volvió a competir con el auto de su propiedad, pero el TC había progresado mucho y se encontraba lejos de la punta y decidió hacer un alto, y comenzar la construcción de un auto nuevo.
En el 2000, participó en las 84 Horas de la República Argentina con un Torino similar al de las legendarias 84 de Horas Nurburgring, formando equipo con toda la familia.
En TC, sólo compitió en Buenos Aires con un Ford propiedad de Luis Belloso, siendo esta su última carrera. Para la segunda mitad de la temporada 2000 tenía preparado un Torino (cuándo no) para hacer su reaparición en el Turismo Carretera. Sin embargo encontró la muerte el sábado 30 de septiembre cuando el helicóptero que piloteaba se precipitó en las cercanías de Carlos Tejedor, una localidad de la provincia de Buenos Aires. Papá Luis venía de ver clasificar a su hijo Marcos en La Pampa, donde al día siguiente iba a correr en Top Race. Nada de eso ocurrió. No hubo carrera, no hubo ruido de motores, sólo tristeza.
Rubén Luis Di Palma fue de esos tipos que nacen cada mil años. Una marca registrada, un one off. Siempre de frente, con fuertes convicciones y cero hipocresía. Era un "tómalo o déjalo", querido u odiado. Esencialmente un buen tipo. Llegó al automovilismo con los bolsillos vacíos; no le pidió plata a nadie, corrió, ganó, se divirtió, hizo escuela y finalmente se fue igual que como había llegado. Con la misma humildad, con la misma locura, con las mismas ganas, casi 40 años después... Cuánto tiempo pasará para que aparezca otro igual.
Era un loco lindo pero su carrera deportiva habla a las claras de un deportista serio. Solía decir: "Soy loco pero no como vidrio".Sus hijos, José Luis, Andrea, Patricio y Marcos, y su nieto “Josito” serán ahora los encargados de mantener viva "la llama Di Palma" y de continuar con el ejemplo de su padre. El Loco se fue, ya no está entre nosotros, ya es de todos y no es de nadie.
Ese clan especial
Los Di Palma formaron un clan sin par en el automovilismo argentino. Solo es comparable con el de los Andretti y los Petty a nivel internacional. Como ventaja, los Di Palma criollos tienen la de haberse encontrado todos en una pista como ocurrió un par de veces en 1998 en el Turismo Carretera. Allí papá Rubén Luis, llevó a la "nena" Andrea en la butaca derecha, mientras que sus hijos José Luis, Patricio y Marcos, fueron duros rivales.
"No me molesta que mis hijos corran, porque yo lo hice durante 35 años y tengo los huesos sanos. Me da más temor cuando van por la ruta..." solía decir Rubén Luis, ante la inevitable pregunta de qué sentía como padre al ver correr a todos sus hijos. Su concepto no cambió ni cuando el 7 de abril de 2000, Marcos tuvo un espectacular vuelco en Olavarría. "Nunca pienso que vayan a matarse en una carrera" dijo.
Como buen hijo mayor, fue José Luis el primero en seguir los pasos de su padre. También fue el que más cerca estuvo de llegar a esa Fórmula 1, que como alguna vez confesó, resultó el sueño inalcanzable de su padre. Rubén Luis lo ayudó mucho a José Luis en sus primeras épocas en la Fórmula Lotus Opel, cuando el mayor de los Di Palma compartía el equipo Draco con Rubens Barrichello.
Patricio, el segundo del clan, se distinguió por poseer el perfil más bajo de todos los Di Palma. Esto no lo impidió tener una afinidad con su padre que se acrecentó en los últimos tiempos. Andrea, la hija, fue la gran debilidad de papá Rubén, quien renegaba para que no corriera sola y por eso le ofrecía el lugar de acompañante en el TC.
Marcos era el más chico, el más rebelde, y el que repartió tantas preocupaciones como alegrías deportivas a su padre. En muchas charlas el "viejo" Luis confesó que en este Marcos irreverente y desprejuiciado veía continuada esa imagen de chico desprejuiciado y alegre con que él había irrumpido en el acartonado TC de los '60.
Como buen chico grande a Rubén Luis le gustaba competir con sus hijos. Pero también los ayudaba. "Voy a retirarme el día que no le pueda ganar a ellos" decía mitad en broma, pero también con su buena porción de seriedad. Sin embargo ponía todo para que sus hijos pudieran prolongar la imagen ganadora que lo caracterizó en todas las categorías y circuitos.
La trayectoria de un grande...
Nombre completo: Rubén Luis Di Palma
Fecha de nacimiento: 27 de octubre de 1944 en Arrecifes, Buenos Aires.
Estado civil: casado con María Cayetana, la Tana.
Hijos: José Luis, Andrea, Patricio, Marcos y Valentina, hija que tuvo con Fernanda Ortensi, su ex acompañante de Supercart.
Debut en el automovilismo: el 30 de octubre de 1963 (a los 19 años) en el Gran Premio de Turismo Carretera. Corrió con un Ford de la Peña El Gato Negro. Llegó a estar tercero antes pero abandonó a causa de un vuelco.
Primera victoria: el 31 de mayo de 1964, con 19 años y siete meses (el ganador más joven), en la VI Vuelta de Arrecifes. Corrió al mando de un Chevrolet y se impuso a Carlos Pairetti, otro grande de Arrecifes, aunque natural de Santa Fe.
Su última victoria: el 13 de septiembre de 1998 (con casi 54 años), en el autódromo de Oscar Alfredo Gálvez de Buenos Aires. Con Ford Falcon se adjudicó la final del TC escoltado por Emilio Satriano y Guillermo Ortelli.
Su última carrera: fue el 28 de mayo de 2000 en el autódromo de Oscar Alfredo Gálvez de Buenos Aires con un Ford Falcon. Ese día ganó Rafael Verna.
Títulos: Campeón de TC (1970 y 1971 con Torino); de TC 2000 (1983 con VW 1500), Sport-Prototipo (1971, 1972 y 1973 con Berta-Tornado), Mecánica Argentina F-1 (1974 y 1978) y Supercart (1993 con Torino). Subcampeón de TC 2000 en 1981 y 82.
Categorías en las que participó: Turismo Carretera, Turismo Competición 2000, Sport-Prototipos, Mecánica Argentina (Fórmula 1 y Fórmula 2), Campeonato Argentino de Pilotos (Datsun), Fórmula 2 Nacional, Codasur, Supercart y Top Race.
Carreras disputadas en todas las categorías: 633.
Otros datos:
Desde el 7 de febrero de 1998 el circuito de Mar de Ajó lleva su nombre, pero por un error su nombre figura al revés: Luis Rubén Di Palma.
En 1969 integró el equipo argentino que intervino en La Marathon de la Route, más conocida como las 84 horas de Nürburgring, Alemania. La Misión Argentina de los Torino, tuvo a Juan Manuel Fangio como director y a Oreste Berta como jefe técnico. Los pilotos que formaron equipo con el Loco fueron: Eduardo Copello, Jorge Cupeiro, Oscar Cacho Fangio, Carmelo Galbato, Néstor García Veiga (El Nene), Gastón Perkins, Oscar Mauricio Franco, Eduardo Rodríguez Canedo (El Chino) y Alberto Rodríguez Larreta (Larry). Di Palma ocupó el Torino N° 1, junto con Galbato y Cacho Fangio.
Los primeros días de junio de 1973 formó parte de las míticas 24 horas de Le Mans junto con García Veiga. Fue al mando de un Ferrari 365 GTB-4 e incluso llegaron a liderar parte de la competencia.
El 2 de junio de 1996, en Rafaela y al mando de un Chevrolet, volvió a ganar en Turismo Carretera después de 21 años.
El 25 de febrero de 2000 participó en Buenos Aires -junto a sus hijos- de las 84 horas de la República Argentina con un Torino réplica al de Nürbrugring. A pesar que desde mayo no participaba en competencias, desde hacía algunos meses preparaba un Torino para disputar las últimas carreras del calendario 2000 de TC. Además, era uno de los impulsores de una nueva categoría de Pick-Ups.
Fue el único piloto en triunfar en el Turismo Carretera con las 4 marcas tradicionales: Chevrolet, Ford, Dodge y Torino